miércoles, 26 de marzo de 2014

LOS CELOS INFANTILES



Cuando tenemos a nuestro primer hijo, todas las atenciones se dirigen a él preocupándose siempre por cada detalle, desde los cuidados hasta la forma de vestir. Pero cuando llega el segundo, las cosas suelen variar y se intenta ser equitativo como padres. Sin embargo los pequeños son un poco difíciles de percibir ese cambio, lo cual a veces es chocante y nacen los celos infantiles, que trae consigo ciertos inconvenientes, riñas, y hasta peleas entre hermanos quienes se disputan por llamar la atención y ser el favorito de casa. 
Los celos infantiles se definen como sentimientos que surgen al sentir rechazo o no sentirse correspondidos por parte – en este caso – de los padres. Y por lo mismo de ser pequeños, aún no saben equilibrar sus sentimientos, por lo que en muchas ocasiones los celos se mantienen por un prolongado y hasta exagerado en actitudes que si no se saben detener puede llevar hasta las agresiones entre hermanos.
Pero los celos infantiles no solo se manifiestan con la llegada de un nuevo hermanito, como generalmente se relaciona, también se producen por los afectos hacia otros “invasores” ya sean los sobrinos, primos, el mejor amigo del , vecinos, visitas, etc. O quizá hasta en el caso de padres separados reaparece una persona especial para la madre o padre, los celos infantiles salen a relucir. Es decir, con cualquier otra persona que se tenga una estima notoria, los pequeños dejan de sentir la dedicación a más del 100% y nacen los celos.

DETECTAR LOS CELOS INFANTILES
Los celos infantiles son fáciles de percibir por las actitudes del menor. Su carácter empieza a cambiar y se torna algo agresiva: golpear, pellizcar, engreimiento, morder, pataletas, gritos, o hablando en tono alto para ser escuchado. Todas las actitudes posibles para llamar la atención de los padres, que es lo que en definitiva buscan.
A medida que van creciendo, se va notando más los celos infantiles; es decir, los menores de dos años pueden mostrar celos que son controlables, ya que por su edad aún dependen del cuidado de sus padres, así que hará lo posible para caer en gracia y no desprenderse de ellos. Sin embargo, los mayores, entre los 5 y 6 años van aflorando más su percepción lo que hace menos difícil entender sus reacciones notorias.

CONTRARRESTAR LOS CELOS INFANTILES
Sabiendo qué es y cómo se producen los celos infantiles, lo primero que hay que hacer es ponernos en el lugar del pequeño, entenderlo, pero no demasiado para que no crea que es correcta su actitud.
Mantener equilibrada nuestra muestra de cariño y afecto en el caso que llegue otro hermanito a la familia. El hermano o hermana mayor debe saber que se amarán a ambos por igual.
Rescatar los buenos comportamientos del pequeño y corregir los erróneos A TIEMPO, no esperar que pase más tiempo porque podríamos crear confusión en nuestro hijo.
AUMENTAR EL TIEMPO EN FAMILIA, no dejarnos llevar por la emoción del hijo nuevo en camino. Por el contrario, tratar de equilibrar el tiempo y pasar momentos de calidad con nuestra familia, con ello enseñaremos a compartir y poco a poco se soltará nuestro hijo mayor.
Guardar la compostura y MANTÉNER LA CALMA ante las rabietas celosas del pequeño, la idea de hacer ver el error no es con gritos exagerados ni mucho menos hacerle sentir mal delante de nuestro otro hijo. Esperar que se le pase el malestar y luego conversar con él, ya que se encuentran en un momento de tensión.


LOS CELOS DEL MENOR HACIA LOS MAYORES
No solamente el primogénito siente celos, también los pequeños envidian a los mayores. El caso del niño de "en medio"" en una familia de tres hijos es el más difícil ya que puede sentir que no cuenta ni con las ventajas del mayor ni con las del pequeño.
Reacciones:
El mayor le sirve al niño de modelo. Se identifica con él. Quiere hacer las mismas cosas e imitándolo va aprendiendo por si solo y desarrollándose rápidamente. Esto que puede ser beneficio se convierte en perjudicial cuando la identificación y admiración es muy grande de forma que bloquea la personalidad del menor. Se puede colocar al mayor como un "tope" imposible de rebasar y entonces el pequeño:
-Se aferra a la madre y no quiere crecer: se chupa el dedo, se hace pipí, mantiene un lenguaje infantil.
-Se vuelve un rival agresivo e envidioso: esto es lo más frecuente, muchas veces se intenta toda la vida superar a los otros; esta agresividad envidiosa se manisfiesta principalmente en TERQUEDAD como oposición sistemática.


COMO AYUDAR A LOS HIJOS ANTE EL NACIMIENTO DE UN NUEVO HERMANO
1.-Preparar al niño para la llegada de un hermano: La preparación ayuda al niño aunque no por ello se evitan los celos. Aunque el niño/a lo comprenda todo racionalmente se puede sentir abrumado emocionalmente. Lo fundamental para la preparación es que el niño comprende que se le va a seguir queriendo. No adelantaremos acontecimientos diciéndole que jugará con su hermanito ya que aún tendrán que pasar muchos meses para que esto ocurra.


2.-Intentar cambiar lo menos posible la rutina del niño tras el nacimiento del hermano: En distintos estudios se ha comprobado que disminuye considerablemente el volumen de atención que recibe el primogénito al tiempo que cambia su rutina tras el nacimiento. Esto afecta mucho al niño/a, por lo tanto procurar controlar su tiempo especial, los ritos para
acostarse, seguir diciéndole lo mismo sobre lo que está permitido y lo que no...

3.-Mantened al niño/a aislado de la madre el menor tiempo posible: Mientras que la madre da a luz muchas veces se envía al niño con otros familiares .Lo mejor es que se ocupa el padre y si no puede que este alejado de la madre el menor tiempo posible. Incluso es conveniente que visite a su madre en la clínica, buscando un momento tranquilo en el que esté sólo la familia.


4.-Hablar de "igual a igual" con el primogénito: La rivalidad suele disminuir cuando la madre habla con el primogénito de igual a igual respecto al bebé. Comentar lo que el bebé puede sentir o necesitar llamar la atención del niño ante el interés del bebé por él, hacia lo que le gusta y lo que no...

5.-No hacer comparaciones


6.-Prestar atención al mayor y hacer que lo hagan los demás: Dedicad al día un tiempo exclusivo para el niño, de 10 a 15 minutos. El niño puede esperar este tiempo y confiar en él.

7.-Nunca alejad al mayor por el nacimiento de un hermano: Muchas veces para tener más tiempo para atender al pequeño enviamos al hermano a una guardería o lo confiamos durante un tiempo a otras personas, hemos de evitar esto ya que la amenaza de abandono se concreta y da lugar a perturbaciones en su comportamiento o a sentimientos dolorosos.

8.-No "pasarle" todo al pequeño: Muchas veces el pequeño se aprovecha. Puede molestar al mayor destruyendo sus realizaciones y este reaccionar con violencia. No reprender muy fuermente al mayor no consolar mimosamente al pequeño, reñir al pequeño suavemente para que sea más cuidadoso y ayudar al mayor a rehacer su construcción.


No podemos evitar los celos, sólo ayudar a que sean menos dolorosos y a no fomentarlos.
 

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